Si la utilizas a menudo y sueles reponerla cada poco tiempo, solamente hay que tener en cuenta conservarla en un lugar fresco y seco. Se puede guardar en el mismo paquete en que la has comprado sin problema (además, los paquetes de harinas de Hijos de Ramón Oliver llevan detrás recetas muy interesantes, así que es genial poder conservarlos).
Sin embargo, si eres de los que la utiliza de pascuas a ramos, debes tener en cuenta que las harinas sí caducan (¡oh, sorpresa!), y que podrás conservarla mejor en:
- Tarros de cocina. En un tarro hermético, de cristal o plástico, dentro del armario a salvo de la luz, evitarás que coja olores con el tiempo y la protegerás de la posible humedad que tanto la puede degradar. Además, en Baleares la humedad es sello de identidad de nuestras islas, así que hay que tener aún más cuidado con su conservación si cabe.
- Nevera o congelador: si bajas la temperatura de la harina ésta se puede preservar hasta más de un año, pues se detiene el proceso de oxidación y se reduce al máximo la proliferación de posibles insectos. La puedes congelar en el mismo paquete de origen, en un tupperware hermético, en tarro de cristal, al vacío, etc. Siempre teniendo cuidado de que quede el mínimo aire posible en su interior. Además así la proteges de coger olores de los otros productos que guardes dentro de la nevera o el congelador. Para utilizarla de nuevo, solo tendrás que dejarla a temperatura ambiente.